martes, 1 de octubre de 2013

Acunándote

Para mi nietijo

Hace mucho que te acuno, en encendido asombro
de llevarte tan libre, tan hermoso
en el sólido vuelo de mis alas,
inspirada en un sueño de piano y de dedos largos,
que por divino encargo
guardo yo, como un faro
trabajándote el mañana.

Te acuno en la fuerza que me dá tu mirada
y cada día doy gracias a Dios,
a tu luna-madre enamorada,
que de chico imantaba tus largas pestañas
y el cantito en inglés de la Tracy Chapman
que trinaba en tu voz.

Y te acuno hoy, que ya eres un hombre,
porque eres mi niño!
mi tesoro de abuela en llamarada,
mi quehacer, mi deber sacro,
mi casa iluminada.

Hoy te acuno de lejos
pero es el mismo amor que arrulla
y acaricia tu cabeza,
que ora junto a tí, la que te canta,
la que te abraza de mañana
para hacerte feliz
todo lo que empieza.

¡Arrebújate, niñito de sol, que mi regazo
es tu nido, tu eterna pista de vuelo,
tu trinchera, tu alero,
tu guarida, mi buen compañero,
para partir de mí, feliz, adorado,
a lo tuyo,
al mundo entero!

Yo conozco a un hombre

YO CONOZCO A UN HOMBRE.
Yo conozco a un hombre
que a punta de palabras,
ha bordado en mí un encaje de deseo
que se ha convertido en amor.
!Qué hago con su rosario de estrellas
multiplicado en mi cuerpo!
mejor clavara mi corazón desangrado
con su mirada tán dentro!
!Qué hago con esta sed incrustada
teniendo el agua tán lejos!
¿Qué hago con este incendio de versos
sobre su tierra mojada?
!Qué hago con este duende sonriente
escabullido en mi almohada!
!Qué hago con esta pena tán honda
que a llamaradas me mata!
¿Qué hago, si mi quejido al placer
no tenga eco en su sábana?
Yo conozco a un hombre
que habiendo tocado conciertos de mis noches
no está temblando en mis brazos
en este beso del alba.

YO CONOZCO A UN HOMBRE.
Yo conozco a un hombre
que a punta de palabras,
ha bordado en mí un encaje de deseo
que se ha convertido en amor.
!Qué hago con su rosario de estrellas
multiplicado en mi cuerpo!
mejor clavara mi corazón desangrado
con su mirada tán dentro!
!Qué hago con esta sed incrustada
teniendo el agua tán lejos!
¿Qué hago con este incendio de versos
sobre su tierra mojada?
!Qué hago con este duende sonriente
escabullido en mi almohada!
!Qué hago con esta pena tán honda
que a llamaradas me mata!
¿Qué hago, si mi quejido al placer
no tenga eco en su sábana?
Yo conozco a un hombre
que habiendo tocado conciertos de mis noches
no está temblando en mis brazos
en este beso del alba.

domingo, 8 de septiembre de 2013

El agua entre nosotros

¡El agua, amor, el agua!
¡el agua és entre nosotros
el arroyito serpenteante que en sus venas
pone mi nombre sin querer entre tus letras
y pone el tuyo, intermitente
mojándome la enagua!

Hay tres mares que dividen tus pasos de los míos,
hay tres mares que tenemos que cruzar,
y así y todo, nos cruzamos, invencibles
como lo hacen los sensibles:
todo abrazo, tú
yo, toda amor
toda libre libertad entre los dos.

¡Ay, canción de la distancia
que nos quiere separar!
que nos tiene tán perdidos
de ese instante prodigioso,
de esa tarde de Diciembre
en que vacié todos mis océanos en tí
en un beso inolvidable,
en que en vivos oleajes, te bebí!
sumergidos en esperma-luna blanca,
y bautizados en amor
a tí, a ciegas e infinita,
yo me dí!

De ahí, que el agua me és el aire,
miro el mar y te poseo,
entro al mar y penetras insolente en mi cuerpo,
te bebo en el café caliente endulzado en tu recuerdo,
me baño con tus manos de agua acariciante.
¡Ay, tú, mi agüita amante!

¡Por ahí viene la lluvia avariciosa
a inaugurarme con tu nombre,
es tu música que llueve
susurrando tu soneto en cuatro notas,
lloviznándonos deseo, gota a gota
es tu música que llueve!
susurrándo tu soneto en cuatro notas,
lloviznándonos deseo, gota a gota!

¡Somos agua y el agua nos conmueve
nos arrastra en pasiones indelebles,
en mareas nos naufraga, nos somete
y nos iza,
en marejadas inclementes!

¡Corre el agua, ríos de amor
que nos trinan por la sangre!

Baja un agua torrentosa
urgente en el llamado que nos nombra!
se nos hace agua en la boca
en los besos que nos faltan,
en tu tibia agua bendita, agua lechosa
que alimenta, que preciosa, nos provoca
a la corriente submarina
que ovulada se hace rosas,
que en su rito nos declara rumorosa
ir de amantes,
sin cadenas,
con los sólos eslabones que anudan nuestros ojos,
así Neptuno nos extiende manantiales,
así la luna, una luna de miel completamente llena
y todo el mar cantando
los ceremoniales.
y de tarea juntos,
la de siempre,
fecundar toda la tierra,
de amor
y de poemas.
¡El agua, amor... és entre nosotros!